Acá les dejo un microrrelato mío que salió finalista en el concurso "Fuera de Foco, edición 3" (Junio 2017), dado por la fundación Crearte, de La Plata. La historia tenía que contarse en menos de 150 palabras, de las cuales una tenía que ser "Ciudad" y otra "Joven".
La ciudad como un
lienzo
-No abras la
puerta esta noche –me dijeron los grandes-. La ciudad es un cementerio y los
edificios son las bóvedas.
Pero yo
quería tomar aire fresco, respirar y conocer Buenos Aires por mí misma. Así que
salí. Y descubrí que no existía ciudad alguna. Ella se fue construyendo con mis
trazos de pies y la estela que dejaba mi sombra. Caminé edificando la ciudad,
le agregué cosas, le saqué otras; la intervine como un Duchamp, la pinté de
negro como Doré y con firuletes a lo Kandinsky. La ciudad se hizo así, a mi
estilo, yo la reescribí. La sentí viva y joven, como yo. Esa noche, Buenos
Aires fui yo. Pero sólo a la noche.
A la mañana
todo volvió a su normalidad; todo lo que había dibujado en el mapa urbano se
desvaneció. Otros impusieron sus líneas y definiciones cotidianas: “la ciudad
muere”.