Sumergirse
Y mirá que uno se sumerge y trata; trata de salir, de flotar, trata
de respirar... uno lo intenta pero es imposible. Tiene que contener la
respiración, dejar que lo remonten las olas y sumergir su cabeza, tiene que contener
la respiración y contar, contar y contar, ser paciente y apretarse la boca y la
nariz hasta que pueda salir; debe retener esa ambición que es respirar porque
uno sabe que significaría la muerte, el fin, el hundimiento hacia abajo como un
ancla, con un peso de hierro, con un tesoro que nunca podrá ser descubierto.
Entonces uno sale, cierra la puerta de su casa y cruza el umbral del mundo,
sabiendo que debe sumergirse y empaparse de todo Eso, de la vida, de la masa,
de los hombres y peces como él. Sabiendo que hasta que no acabe el día y se
saque las medias y el sobretodo mojado y lo deje todo sobre la estufa de su
casa, no habrá respirado, no habrá vuelto a vivir.